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Características.

Tan importante como el número de dormitorios de que dispone una casa, su superficie o su distribución es la cantidad de armarios empotrados con los que cuenta una vivienda.

La elección de una u otra puerta de interior para nuestra vivienda, puede condicionar y determinar el estilo de la decoración general de la casa.

Los armarios empotrados no son otra cosa que huecos de obra compuestos por tres paredes que se habilitan como cómodos espacios para guardar y organizar aquello que se desee. Según la decoración que busquemos, deberemos cuidar ciertos aspectos de las puertas de interior como el material en que estás hechas, su forma, el sistema de abertura o el acabado.

La configuración del armario empotrado es muy variable, y deberá ser el futuro propietario el que, en última instancia, decida, en función de sus gustos, estilo de vida, necesidades y, sobre todo, del dinero que esté dispuesto a desembolsar, el resultado final de su armario, que pasará a ser un elemento más en la decoración de la vivienda. Al final, el armario perfecto deberá ser eficiente, práctico y estético.

Las puertas deslizantes o correderas son aquéllas que se mueven sobre un carril superior y otro inferior. Este último, deberá llevar un cubrecarril que esconda los tornillos con los que se ha fijado al suelo. Sin embargo, no es conveniente que se utilicen más de dos carriles por armario, para no ocupar demasiado espacio. La fórmula de deslizamiento sobre estos dos carriles debe ser mediante ruedas de rodamiento, tanto en el carril inferior como en el superior. Además, las ruedas deberán llevar un sistema antidescarrilamiento y un cierre metálico, en lugar de magnético, ya que las hojas no deben cerrarse herméticamente para dejar que el armario respire y no guarde males olores ni humedad.

 

Los armarios de hojas abatibles no deben superar los 60 centímetros de ancho y los 250 de alto. Su sistema de apertura es mucho más simple que el de las puertas correderas, ya que, en este caso, son unas simples bisagras de cazoleta o pernios las que permitirán abrir las hojas. Por eso, el buen funcionamiento del armario dependerá de la calidad que tengan esas bisagras.

Y es que, un armario no deberá tener las mismas características si va a utilizarse para almacenar ropa fuera de temporada o trastos viejos, por ejemplo, que si va a ir destinado a guardar la ropa de los niños o los vestidos de noche. Por eso, a la hora de elegir, tendrá que tener en cuenta también qué tipo de ropa y complementos abundan más en su vestuario (pantalones, faldas, corbatas, zapatos, etcétera), para solicitar un espacio determinado y concreto para los mismos. Por este motivo, no deben existir distribuciones estándar y debe ser cada persona la que escoja el diseño interior en función, exclusivamente, de sus necesidades.

Son muchos los compartimentos que pueden incluirse dentro de un armario: pantaloneros, zapateros, corbateros, cinturoneros, cajones para lencería, joyeros, baldas, colgadores de prendas, cajas fuertes, percheros y un largo etcétera. Muchos de ellos podrán ser, a su vez, fijos, extraíbles e, incluso algunos, giratorios. En algunos casos, el diseño del armario está pensado para que se pueda modificar con el paso de los años.
Pero en lo que respecta al interior del armario, le queda aún otra elección: la del material. El más utilizado suele ser el tablero de aglomerado de partículas, debidamente chapado en melamina imitando a madera. La primera ventaja es la económica, ya que si lo hacemos con madera maciza o barnizada le resultará mucho más caro y, en segundo lugar, su comodidad, ya que este tipo de materiales no necesitan ningún tipo de mantenimiento especial. Además, con este material los resultados son muy buenos, y sólo un experto podrá distinguir si se trata de un barnizado o de una melamina.

Otro punto importante es el de las paredes. En este sentido, el comprador podrá optar por forrarlas o no. En caso de que se decida por la segunda opción y prefiera no hacerlo, deberá utilizar una pintura plástica para que no manche la ropa que vaya a colocar en el ropero.

Como hemos visto, las posibilidades existentes a la hora de confeccionar un armario empotrado son múltiples, tanto desde el punto de vista externo o de la decoración, como desde el interior. Es por este motivo que el precio final dependerá de qué elementos y materiales haya introducido en su armario.